miércoles, 29 de octubre de 2008

Viaje a Ishua 2008 - parte X

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Un reparador alimento cae de perillas para estos cuerpos cansados, los cuales durante todos estos días han estado visitando casas, ramadas, caminando, subiendo y bajando por diversos lugares y todo en medio de un sol abrasador.


Quien diga a estas alturas que no tiene hambre debe ser porque es marciano; aquí todos los presentes saborean las bondades preparadas por la casa del carguyoc para la ocasión. Sopa tradicional, o de fideos o de mote o lawa de maíz, todo es bienvenido... y gratis.


Obviamente, el cargonte tiene que hacer los honores de casa, aunque esté reventando de tanta comida probada a lo largo del día.


El caballero encargado del servicio (Mr. Cuchi) observa que todos los asistentes estén debidamente atendidos, aquí todos sin excepción, probarán la sazón de la casa.


En un paréntesis, dialogando y comentando acerca las ocurrencias de la fiesta, infaltable, la tetera rebosante de chicha de jora espera en la mesa.


Afuera del recinto, reflejando en los rostros el cansancio producto del trajín de estas fiestas, algunos visitantes, esperan sentados en cualquier lugar a la espera que todos los cargontes se dirijan hacia un lugar determinado, de paso aprovechan para plasmar algunos recuerdos.


Los chamizos entran en escena, esta vez invitan al cargonte a partipar con ellos. De buena gana, el carguyoc acepta las chanzas que estos personajes producen.

Después de haber ayudado con un entusiasmo digno de imitar, las viajeras consideran que es tiempo de diversión, es tiempo para el rélax y como tal, se dirigen en ronda hacia la Plaza.


Acompañados por las bandas musicales, recorren toda el perímetro de la Plaza en medio de un tráfago de cohetes, música y acompañados de la polvareda que se levanta en esta temporada estival.

** Fotos: Jackie Tito Meza

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