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La anticipa de fiesta fue un todo un jolgorio en su máxima expresión.
Abundaron los tragos, bailes, comparsas, etc.; la pequeña fiesta programada, de pequeña, no tuvo nada porque hubo diversión de todo y para todos.
Los "salud" y el "yo te estimo" abundaban por todo el local; otros en cambio, sudaban la gota la gorda con tanto zapateo...
Al momento de iniciarse la procesión, se veían muchas caras de sueño y cansancio, no era para menos después de la tremenda juerga del día anterior.
El señor Adornante y su familia, aguardan pacientes el inicio de la marcha.
Las cuadrillas de negrito capataz echan a cantar las campanillas con la tonada característica mientras la tinya retumba levemente en el ambiente.
Típica estampa que se muestra en estas fiestas, las cuadrillas de negrito capataz preceden a la Virgen de Cocharcas; arpas y violines al viento acompañan y susurran melódicas tonadas de fiesta.
Mientras -por delante- marchan orgullosos, ufanos y con la inmensa satisfacción de haber cumplido con su deber, los cargontes de la fiesta patronal.
Familia del señor Adornante en pleno; otros familiares del cargonte, prestos y acuciosos, ayudaban en las diversas tareas inherentes a esta fiesta.
Las sonrisas a flor de labios pinta la escena presente y muestra la alegría de los participantes. ¡Qué fiesta, señor!
** Fotos: Alex Asto Javier
fiesta patronal Mamacha Cocharcas
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