El viaje es pesado y una buena cena para acopiar fuerzas es de suma necesidad. Poco después se dará inicio, saliendo de Nazca, a la trepada por la quebrada de Toro Muerto hasta llegar a las alturas de Lucanas.
Todos se preparan de diversa manera, porque, unido a lo pesado del viaje en sí, el frío de las alturas de Pampas Galeras, Puquio y Andamarca, los acompañarán durante muchas horas; menos mal que por estas épocas, el recorrido no dura más de 12 horas.
La juventud ishuana departiendo con la vieja guardia; los caballeros de antes que usaban gomina, contarán a la nieta presente, las peripecias que tenían que sortear cuando salían de su santa tierra con la finalidad de llegar a la ciudad capital en la década de los años cuarenta.
Y pensar que este grupito, salió muuuchos años atrás (exceptuando a la adolescente de chompa roja), caminando desde la comunidad de Ishua hasta Puquio, luego abordaban ómnibuses de madera ó camiones, únicos medios de transporte disponibles en aquél entonces, si llevaban ojotas o no, es otra historia ....
La vieja guardia se muestra feliz de visitar al pueblo a pesar de los inconvenientes presentados, con toda seguridad escuchando a bordo, un huaynito alegre como el que sigue a continuación:
** Hugo Carrillo: Amor de viuda
Luego de una cena que calienta los cuerpos y entona el alma, todos se reagrupan a bordo, esperando llegar a buena hora; como el itinerario pasa por el pueblo de Puquio es bastante probable que los pilotos del bus se acompañen escuchando el siguiente huaynito:
Hugo Carrillo: Ayla de Puquio
** Videos: Presencia Cultural
** Fotos: Jackie Tito Meza
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