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Imágenes que describen perfectamente el atipanakuy entre las cuadrillas de negritos participantes.
Las cuadrillas se preparan en medio de un silencio poblado de murmullos; dispuestos a todo, con la finalidad de captar el favor y los aplausos del respetable.
Un integrante de una de las cuadrillas rivales sale al frente con vehemencia y pasión; desde el inicio la competencia se torna reñida; generalmente, cuando se presentan más de dos cuadrillas, es muy difícil definir un claro ganador.
Giros y requiebros dominan la marcha inicial de estas presentaciones; los viejos caporales aguardan pacientemente su turno, saben muy bien, que una sola figura, una sola tonada ejecutada con maestría va a jugar en su favor; por algo se repite en el ambiente, que el gallo viejo con el ala mata....
Entusiasmo y agilidad mostrada por parte de un integrante de la cuadrilla del señor adornante, mientras, violín, arpa, marquía y chinchilla, sincronizan sus movimientos pues con su música buscan un mejor lucimiento del danzak'.
Lo que se esperó durante un año se muestra este día, arte que viene desde tiempos lejanos y cuyo origen se pierde entre los relatos y la mala memoria de los abuelitos...
Cada negrito debe presentar algo diferente a lo que muestra su rival, así que, uno de ellos sigue con interés lo que se presenta este momento, para a su vez, cuando le toque su turno presentar otra figura distinta. Una sola copia y el público asistente reclamará a viva voz, con denuestos y ajos mediante.
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