Estas fiestas nos hacen recordar el conocido dicho popular: "Yo soy como la moto, si me calientas.... no paro". La fiesta está en todo su apogeo y, a veces, no hay cuerpo ni oído que lo aguante; en ocasiones los visitantes ó amigos turistas, prefieren realizar caminatas hacia las solitarias alturas con la finalidad de reencontrarse consigo mismo ó recordar épocas de niñez otros amigos buscan relajar el alma crispada por tanta bulla bajando en dirección hacia el río en donde solo escucharán el discurrir del arroyo cristalino.
Mientras tanto, en el pueblo, en medio del fragor de la fiesta, lo único que se escucha son las tonadas de las bandas de música, los cantos de los negritos acompañados de sus arpas y violines, la seguidilla de cohetes surcando el cielo o las avellanas reventando a todo momento. Desde que amanece hasta que anochece y de vuelta hasta que amanece otra vez, solo se escuchará la música tradicional de estas fiestas; es decir, si a alguien se le ocurrió visitar al pueblo para descansar por respuesta recibirá un "es fiesta papay" de parte de los viejos comuneros.
Cargonte ó "carguyoc", orgulloso y ufano a más no poder, se muestra al lado de su cuadrilla de Negrito Capataz; "que venga sea quien sea" será su frase preferida; por algo hizo el esfuerzo de todo un año para juntar a los mejores exponentes de esta danza folklórica así como engreír a los mejores músicos que acompañan esta cuadrilla.
¡Epa! ¿Qué pasó? - Nada, sencillamente que aquí llegan los mejores - parece decir la contraparte. Otra cuadrilla se hace presente para alegrar la noche de la anticipa; cantarán y danzarán por las oscuras calles ishuanas para alegrar a todo un pueblo, aquél pueblecito que durante el año apenas muestra algún comunero empujado por el viento en sus calles solitarias; esta vez no, esta vez es fiesta patronal, es "fiesta grande", como mencionaba nuestro amigo J.M. Arguedas en su obra "Yawar Fiesta".
¿Qué sucede por aquí? - inquiere el otro carguyoc, arrogante y con la tranquilidad de tener la mejor cuadrilla de Negritos. - Nosotros venimos a bailar y venerar a la Virgen porque somos otro lote - dirá a todos; claro está, también se esforzó todo un año para conseguir a sus eximios músicos y diestros cultores del baile de Negrito Capataz. El popular Tolete acompañado de amigos y familiares irrumpe en esta plaza con una determinación que haría temblar a cualquiera, menos al otro carguyoc, por supuesto... no faltaba más.
Preparando el torito de luces dentro de la celebración de fuegos artificiales, infaltables en este tipo de fiestas patronales.
¡Sálvese quien pueda! El toro bandido hará correr a todos aquellos que se interpongan en su camino, ¡Cuántos quemados aparecerán al día siguiente!, y cuántos golpeados también, porque así como se goza se padece también...
En medio de esta batahola, valerosas mamachas forman una ronda acompañando al torito, danzando alrededor suyo no importando las quemaduras que les pueda causar; así son estas fiestas del valle del Sondondo amigos, así baila y goza toda una comunidad, Ishua los espera en Septiembre para la fiesta de la Mamacha Cocharcas ....
** Fotos: David Huamaní Urbano
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